El Fútbol Club Barcelona erigió las estatuas de Kubala, Cruyff y el ex presidente y falangista Miró-Sans en la explanada del Camp Nou, pero podría haber dedicado una cuarta al hombre que salvó al Barça del descenso a segunda división.
José Plaza, el ex presidente de los árbitros, no tiene una estatua cerca del Camp Nou, pero sí una leyenda negra unida a su nombre, elaborada por historiadores y escritores del entorno del club catalán. Una leyenda urbana, sin estadísticas ni datos objetivos que avalen la teoría.
Es fácil demostrar que la leyenda ha sustituido a la realidad. Muchos aficionados aún desconocen el caso Camacho, o cómo José Plaza encubrió un segundo caso de corrupción que le habría costado muy caro al Barcelona. También se desconoce muchas cosas del papel fundamental que Núñez jugó durante casi diez años dentro de la Federación, años en los que coincidió con el entonces presidente de los árbitros.
La siguiente investigación de Fútbolgate se divide en cinco capítulos:
1) La famosa frase que nunca dijo Plaza.
2) Plaza salvó por dos veces al Barça.
3) Plaza nunca jugó para el Real Madrid.
4) Las designaciones de Plaza.
5) Josep Lluís Núñez y su peso en las instituciones.
La famosa frase que José Plaza nunca dijo proviene de uno de los casos de corrupción más mediáticos de los años 70, conocido como el caso Camacho. Curiosamente, lo único que ha transcendido a lo largo de los años no es que un directivo del Barça intentara comprar a un árbitro, sino una frase que nunca salió de la boca de José Plaza.
Antonio Camacho fue el árbitro acusado de participar en una trama de corrupción. El colegiado aceptó un soborno del directivo del Barça Xavier Amat, para favorecer los intereses del club catalán en un partido frente al Betis. El presidente de los árbitros, José Plaza decidió apartar a Camacho. Este último, no vio con buenos ojos la decisión de Plaza y, en represalia, decidió conceder una entrevista al diario deportivo barcelonés "Dicen". Camacho, consciente de la repercusión que sus declaraciones podían tener en el entorno culé, pronunció las siguientes palabras: "Mientras Plaza sea presidente, el Barça no volverá a ser campeón".
La expresión se hizo un nombre en los círculos barceloneses, se extendió y ha permanecido hasta nuestros días, evolucionando con el tiempo hasta convertirse en las palabras de José Plaza.
En pocas palabras, el "caso Camacho" comenzó en 1973. Durante un partido en el Camp Nou, el árbitro Medina Iglesias fue abordado por un directivo del Fútbol Club Barcelona, Xavier Amat, que le preguntó si le habían dado algunas "cortadoras ". Medina Iglesias se sorprendió por la pregunta. Amat le explicó que "cortadoras" era la clave que escondía las 100.000 pesetas que el Barça debía haberle entregado, vía Camacho, por la victoria culé en Burgos,.
Medina llamó a Camacho para pedirle explicaciones y, como no le convenció, elaboró un informe para el Comité Nacional de Árbitros, que lo archivó y no lo reactivó hasta 1975, siendo Pablo Porta presidente de la Federación Española de Fútbol y José Plaza presidente del Colegio Nacional de Árbitros. El caso se "reactivó" entre comillas, ya que no tuvo más consecuencias que la paulatina desaparición de ciertos árbitros de la profesión.
Este no fue el único partido o árbitro implicado en la trama de corrupción. Antonio Rigo, uno de los colegiados que el Fútbol Club Barcelona añadió a su lista de árbitros favoritos, se vio implicado en la trama de corrupción y apartado por el Comité de Competición. Volveremos sobre Antonio Rigo en el apartado de designaciones.
El Barça podría haber descendido dos veces por corrupción arbitral, mientras José Plaza era presidente de los árbitros. En ambas ocasiones, José Plaza hizo todo lo posible para que el caso no salpicara al Fútbol Club Barcelona, y evitar así una sanción al equipo catalán que hubiera podido traducirse en dos descensos en momentos claves de su historia.
En primer lugar, con el caso Camacho-Barça, ya mencionado, que se saldó simplemente apartando a varios árbitros, pero el FC Barcelona pudo seguir compitiendo sin más interferencias. Ni siquiera Xavier Amat, el directivo del equipo azulgrana acusado de pasar los sobres, fue molestado por la federación.
La segunda ocasión en el que Plaza protegió al Barça fue el caso Mayoral. En 1985, 3 años antes de la llegada de Johan Cruyff, el colegiado Mayoral Cedenillas denunció un intento de soborno antes de un Barcelona-Lleida para favorecer a los azulgranas.
José Plaza impuso silencio, y poco a poco, el caso fue desapareciendo del foco mediático a tal punto que quedó completamente olvidado, hasta que Fútbolgate, en un extenso reportaje, lo sacó de nuevo a la luz.
El Barcelona se libró de la sanción y probablemente del descenso de categoría, con el cual, el "Dream Team" nunca habría existido.
Plaza fue árbitro desde la temporada 1947-48 y se convirtió en internacional en la 64-65. Fue por primera vez presidente del Comité Nacional de Árbitros en julio de 1967. Siempre se ha especulado sobre sus colores y, desde Barcelona, se le ha acusado de ser "Madridista". Él siempre lo negó y afirmó ser un hombre de fútbol. Antes de ser árbitro, tuvo una fugaz carrera como futbolista, jugando en el Plus Ultra y en Atlético de Aviación.
Décadas más tarde, desde ciertos ámbitos han afirmado, que José Plaza jugó en el filial del Real Madrid, lo que es simplemente imposible. El primer convenio entre el equipo merengue y el Plus Ultra tuvo lugar en 1947. Por aquel entonces, José Plaza ya era árbitro y su último equipo como jugador fue el filial del Atlético de Madrid. Por tanto, su estancia en el Plus Ultra se produjo mucho antes de que comenzara la colaboración entre el Real Madrid y Plus Ultra.
José Plaza "...me tachaba de otra cosa cuando Athletic y Real Sociedad ganaron dos Ligas cada unos".
En una entrevista en el Diario AS del 09 de diciembre de 1987, José Plaza respondía así a los que le acusaban de ser del Real Madrid: "No soy de ningún equipo. Además fíjese en mi etapa de jugador actué en el Imperio, que era el equipo reserva del Atlético de Madrid, aparte del Pardiñas y el Plus Ultra. Pero bueno, se dice eso lo mismo que se me tachaba de otra cosa cuando Athletic y Real Sociedad ganaron dos Ligas cada unos".
El periodista Alfredo Relaño lo explicaba así en su libro "Nacidos para incordiarse. Un siglo de agravios entre el Madrid y el Barça":
"Las biografías que se publicaron entonces señalaron que antes de arbitrar fue jugador juvenil del Plus Ultra y en el Atlético de Aviación. Luego ha corrido, entre otras cosas que se han escrito de él, la falsedad de que jugó en el Madrid, quizá una deducción errónea basada en que, muchos años después de los tiempos de Plaza como jugador juvenil, el Plus Ultra devino filial del Madrid, hasta que cambio de nombre por el Castilla. Pero como cuadra con esa leyenda de madridista de corazón que se ha construido, circula esa versión que jugó en el Madrid"
A lo largo de la historia de la Liga, el sistema de designación ha ido evolucionando. Mientras Plaza fue presidente de los árbitros, el sistema de designación cambió varias veces. De mutuo acuerdo entre los dos clubes, por sorteo, con lista, a dedo, con árbitros recusados o via un comité.
Lo cierto es que en este aspecto y desde determinados sectores se ha manipulado la historia para acusar a Plaza de haber sido el único que decidió las designaciones a lo largo de sus 18 años al frente del Comité de Árbitros. Nada más lejos de la realidad. Estos han sido los métodos de designaciones según los datos de CIHEFE.
Sistema de listas elaboradas por los equipos. Cada club compartía una selección de sus árbitros "favoritos" y también tenía la opción de "recusar" a un árbitro. En otras palabras, si un árbitro era incluido en una lista negra, ya no podía arbitrar al equipo en cuestión.
Estas listas dejaban muy poco margen de maniobra al Comité de Árbitros, por lo que José Plaza no tenía prácticamente ninguna influencia. Por ejemplo, el favorito del Fútbol Club Barcelona, Rigo Sureda, arbitró 16 de los 39 partidos del equipo catalán en la temporada 67/68. El Barça ganó la Copa ese año con mucha polémica. De los nueve partidos del Barcelona en la competición, Rigo arbitró cinco.
El método fue abandonado uno años después, ya que algunos colegiados arbitraban en cada jornada de Liga, y otros solo en dos o tres ocasiones durante la temporada.
Durante la segunda etapa de José Plaza al frente del Comité Arbitral, el método de designación cambió cuatro veces.
- Entre 1975 y 1978: los árbitros fueron designados por sorteo.
- Entre 1979 y 1985: se creó una Comisión de Designación, formada por el presidente del Comité Nacional y por el presidente y el secretario del Comité de Competición.
- 1985/1986: Designación por el presidente del Comité de Árbitros.
- 1986-1990: Se restableció un sistema de comisión tripartita, compuesta por el presidente del Comité Nacional, un representante de la RFEF y un árbitro retirado con más de tres años de antigüedad en Primera División, elegido por la RFEF entre una terna presentada por el CNA.
En las 18 temporadas en las que José Plaza fue presidente de los árbitros, sólo en una designó a los colegiados de manera totalmente autónoma. En otras 6 temporadas, no tuvo prácticamente ninguna influencia. Mientras que, en 11 temporadas, tuvo influencia con otros dos miembros del comité.
Durante la segunda etapa de José Plaza al frente del Comité de Árbitros, el entonces presidente del Barcelona, José Lluís Núñez, tuvo una fuerte influencia en las distintas instituciones deportivas del país. Josep Lluís Núñez fue vicepresidente de la RFEF de 1981 a 1988, vocal de la Liga Nacional de Fútbol Profesional de 1985 a 1987 y miembro del pleno del Consejo Superior de Deportes de 1986 a 1990, mientras ejercía de máximo mandatario del equipo azulgrana.
Nuñez "El Barça quiere alcanzar ahora sus objetivos a través de la RFEF “
El presidente del Barça coincidió en nueve de los quince años de la segunda etapa de Plaza en la Federación, durante la cual, jerárquicamente, fue el superior de José Plaza.
En 1980, Josep Lluís Núñez ya había explicado su estrategia: “El Barça quiere alcanzar ahora sus objetivos a través de la RFEF “
El presidente del Barça, se convirtió en uno de los hombres fuertes del fútbol español, junto a su paisano y presidente de la Federación, Pablo Porta, y Ramos Costa, presidente del Valencia y vicepresidente de la Federación española.
Mientras Núñez ganaba peso y apoyaba a Porta, el Real Madrid no tenía ningún miembro del club en la Federación desde 1982. Es más, De Carlos, presidente del Real Madrid, emprendió una guerra contra Pablo Porta.
José Plaza coincidió con Pablo Porta durante 9 años. El presidente catalán estuvo al frente de la Federación de 1975 a 1984, cuando le sucedió José Luis Roca hasta 1988.
Junto a Joan Gaspart, Nuñez contribuyó decisivamente a la elección de Ángel María Villar a la cabeza de la Federación Española de Fútbol en 1988.
Durante los años en los que el ex presidente de los árbitros coincidió con Núñez, Plaza encubrió el caso de corrupción denunciado por el árbitro Mayoral, en el que estaba implicado el Barça de Núñez. José Plaza perdió influencia con el paso de los años y con la llegada de Villar, como se puede comprobar en este artículo de El País.
Sánchez Arminio, quien sería proclamado presidente de los árbitros unos años más tarde, y el propio Villar, influían considerablemente en las designaciones, ya desde los inicios del nombramiento del ex futbolista vasco a la cabeza de la federación en 1988.
Rápidamente, Angel María Villar, apartó a José Plaza, hasta provocar su dimisión en 1990. "Le he dicho a Plaza que dimitiese porque la situación arbitral no es buena", declaró el presidente de la Federación tras su conversación con el máximo dirigente arbitral.
No hay ningún indicio de que Plaza perjudicara al Fútbol Club Barcelona durante los años que fue presidente de los árbitros. Sí llama la atención que en dos casos de corrupción en los que estaba implicado el equipo catalán, Plaza evitara sancionar al Barça. ¿Alguien se puede creer que, si hubiera querido perjudicar a los azulgranas, Plaza habría ignorado dos cartas de árbitros que acusaban al FC Barcelona de corrupción arbitral?
Durante los años 70 y 80, el Barcelona ni siquiera era el segundo equipo de España. El Atlético de Madrid ocupaba su lugar, y equipos como el Athletic de Bilbao y la Real Sociedad ganaron 4 títulos seguidos en la década de 1980, mientras los blancos estuvieron cinco años seguidos sin levantar el título de Liga.
El historico periodista de El País, Juan José Paradinas, afirmo en un artículo de 2002 publicado en el celebre diario y tras la muerte del ex presidente de los árbitros, que "si Plaza tuvo algunas simpatías por algún club, que nunca lo demostró, bien pudiera haber sido por el Atlético de Madrid, del que fue jugador cuando era Atlético Aviación".
Quién sí pronunció una frase muy parecida a la que quieren poner en boca de Plaza, fue Joan Gaspart, cuando dijo que: "Perjudicaré deportivamente al Madrid hasta que me muera". El ex presidente del Barça fue vicepresidente de la RFEF entre 2004 y 2018.