Mientras el mundo del fútbol asiste actualmente al mayor caso de corrupción arbitral desde que se reveló que el Fútbol Club Barcelona pagó al vicepresidente de los árbitros durante más de 20 años, un caso poco conocido y con ciertas similitudes, tuvo lugar a mediados de los años ochenta.
La Federación Catalana de Fútbol, la RFEF, un intermediario, un colegiado y el Barça, son los principales protagonistas de este página negra del fútbol español, que ocurrió solo unos años antes de que Enriquez Negreira fuese nombrado vicepresidente de los árbitros.
Tras el caso Camacho y el caso Negreira, os traemos el caso Mayoral en este artículo del Fútbolgate.
Se ha ofrecido un millón y medio de pesetas al árbitro de primera división Anastasio Mayoral Cedenilla para asegurar el pase del Barcelona a la siguiente ronda de la Copa del Rey. Los blaugranas habían perdido el partido de ida por 3-1 ante el Lleida. La historia transcurre entre 1984 y 1986.
El colegiado en cuestión, aportó tres pruebas: una grabación telefónica, una tarjeta de visita de Antoni Palgès y una fotografía de este último. La conversación transcrita fue grabada por el propio árbitro en su teléfono y posteriormente presentada ante notario en Madrid.
Mayoral: "Tengo entendido que el Colegio Nacional de Árbitros aconsejó a Ángel Andradas que no fuese a los vestuarios como hasta ahora hacia con mucha frecuencia, lo que puede ser muy significativo"
Antoni Pagès, hombre de confianza de Núñez y que facilitó el fichaje de Schuster por el club catalán, es, según Mayoral, la persona que le ofreció, por medio de Ángel Andradas, 1,5 millones de pesetas.
Según Mayoral, Ángel Andradas, jefe de relaciones públicas del Colegio de Árbitros de Cataluña, recibió 100.000 pesetas como adelanto por la victoria del club catalán. El empleado de la Federación Catalana, era conocido, según relato Mayoral en ElPaís, por visitar frecuentemente los vestuarios de los árbitros del Camp Nou.
Un triángulo formado por Núñez, Andradas y Pagès, cuyo objetivo principal era favorecer al Barça, y con comisión incluida por el camino. El intermediario y mano derecha del presidente del club azulgrana, Antoni Pagès, se convertiría unos años después, en directivo del Fútbol Club Barcelona entre 1994 y 2000.
El árbitro madrileño, envió un "dossier" completo al Comité Técnico Arbitral, con notas, nombres, fotos y hasta grabaciones. Mayoral Cedenilla fue convocado inmediatamente por José Plaza, entonces presidente de los árbitros.
La acogida del Comité no fue la esperada por el colegiado. Nada correspondía con la reacción normal de un organismo que recibe un documento de tal calibre por parte de unos de sus colegiados. Además, Mayoral Cedenilla se sintió amenazado. Es más, tuvo la sensación que para el Comité, el único culpable, era el propio denunciante…
Mayoral: "El CTA prepararon una encerrona. Me habían llamado sólo para declarar y allí me presentaron al señor Andrada para realizar un careo. Fue indignante"
"Me he llevado una sorpresa cuando me han pedido que realizase un careo con una persona que no esperaba. Evidentemente, no he aceptado y lo único que he hecho es entregarles una carta donde les manifestaba que trasladaba la denuncia al Comité Superior de Disciplina Deportiva" declaraba el denunciante en las páginas de Mundo Deportivo, en julio de 1985. Y así fue. Mayoral decidió llevar la denuncia al CSD.
Lo contradictorio y el evidente conflicto de intereses en este caso de soborno, fue que uno de los hombres fuertes de la Federación Española de Fútbol no era otro que el propio presidente del FC Barcelona, cuyo club estaba implicado en la trama de corrupción arbitral. Josep Luis Núñez fue vicepresidente de la RFEF entre 1981 y 1988, al mismo tiempo que dirigía al equipo barcelonista.
Es decir, Mayoral fue a explicar un caso de corrupción a los subordinados del vicepresidente de la RFEF, que era también el presidente del club implicado en la trama de corrupción.
El Consejo Superior de Deportes recibió a Mayoral Cefenillas para escuchar su versión sobre el presunto soborno. Las sensaciones del ex árbitro fueron opuestas a las que vivió cuando contó lo sucedido al Comité de Árbitros. Un corresponsal de Mundo Deportivo recogió las declaraciones de Mayoral:
"Aquí sí me han escuchado. Además me han hecho una preguntas coherentes, reconociendo que soy yo el acusador y no el acusado"... Me encontraba en una situación de indefenso desde el punto de vista jurídico y aquí me han sabido ayudar"
Santiago Muñoz, presidente del CSD "Se huele algo gordo detrás de este asunto"
El entonces presidente del CSD, Santiago Muñoz Machado, también atendió a los medios presentes: "Nos hemos limitado a escuchar la versión arbitral para después orientarle sobre los caminos jurídicos que ha de seguir. Lo que está claro es que este tipo de denuncia es muy difícil de demostrar, pero se huele algo gordo detrás de este asunto"
Mayoral Cefenilla fue convocado una segunda vez por el Comité Arbitral. "Esta vez ire acompañado por mi abogado, para que no me intenten liar como la semana pasada" afirmó el colegiado madrileño.
Tras la reunión, acusó a sus superiores de cambiar la cronología de los hechos:
"Ahora dicen que el señor Andrada mandó su declaración el 08 de julio, y cuando yo declaré el día 10 se dijo que ningún implicado conocía el contenido de mi denuncia"
En julio de 1985, se anunció el descenso de categoría de Mayoral Cedenilla. ¿Fue una sanción del Comité Arbitral por su denuncia, o la decisión ya se había tomadó en el seno del Comité? Probablemente nunca sabremos la verdad, aunque huele a castigo. Lo que sí podemos constatar, es que el descenso del árbitro castellonense, se anunció en la prensa, semanas después de que estallara el escándalo.
Aunque en un principio se publicó que su descenso se debía a que no había alcanzado la puntuación suficiente, José Plaza afirmó posteriormente que la razón se debía a sus "condiciones físicas".
"No me sorprende ya nada en este mundo, pero desde luego considero que no sería justa la medida y, por supuesto, recurriría" afirmó Mayoral Cefenillas a los medios de comunicación, cuando se le pregunto por su descenso de categoría.
Mayoral: "Se precisa la independencia del Colegio Nacional de Arbitros con respecto a la Federación para evitar las discriminaciones de las que algunos árbitros somo objeto".
El hombre, que había sido árbitro de primera división durante cuatro temporadas, cumplió su palabra y recurrió la decisión del Comité Arbitral ante el Consejo Superior de Deportes, que anuló provisionalmente su descenso a la espera de nuevas pruebas físicas.
"He recurrido al Comité Superior de Disciplina Deportiva, pues mi descenso es injusto. A mi, me han obligado a realizar pruebas físicas muy duras, como correr tres kilómetros al poco de realizar las pruebas de velocidad. Mientras, a otros colegiados se les aprueba sin que hayan movido ni un dedo"
La Federación Española no tardó en replicar: "...sería nulo de pleno derecho el acuerdo del CSD pues esto órgano es manifiestamente incompetente por razón de la materia, ya que la competencias se circunscribe a circunstancias disciplinarias. En definitiva, el descenso fue de orden técnico y no disciplinario"
La guerra entre ambas instituciones continuó hasta tal punto, que se rumoreó la posibilidad de inhabilitar a José Plaza.
El presidente del CTA, José Plaza respondió lo siguiente a los medios de comunicación, en declaraciones que recoge Mundo Deportivo en febrero de 1986 : "Mayoral descendió por motivos técnicos. Ahora está en la lista de árbitros de Primera porque así nos lo imponen pero no cumple los suficientes requisitos para arbitrar partidos. Esos requisitos se refieren por ejemplo a su condición física"
Aunque el árbitro madrileño seguía en la lista de árbitros de primera división el 5 de agosto de 1986, no arbitró ni un solo partido.
El 23 de agosto de 1987, Mayoral Cedenilla fue retirado oficialmente de la lista de árbitros por "abandono de sus actividades".
Sólo Ángel Andradas, de la Federación Catalana de Fútbol, fue suspendido dos años por el Comité de Competición. La noticia apareció en un pequeño recuadro, en la página 72 del ABC.
El caso Mayoral-Barça desapareció poco a poco del foco mediático. Desde entonces, poco o nada se ha sabido de Mayoral Cedenilla, que nunca ha concedido una entrevista ni se ha vuelto a saber de él. ¿Intervinieron las más altas instancias del Gobierno? ¿Se compró el silencio del ex colegiado?
El periodista e historiador, Félix Martialay, dejó entrever en su libro, "El Fútbol del Felipismo", que José Plaza, pudo ser cómplice de esta trama. También cuenta que durante la reunión entre Mayoral y el CTA, sus superiores acusaron al árbitro de "reclamar" porque "no le pagaron el último plazo de lo convenido".
Mayoral Cedenilla fue designado en cinco ocasiones para arbitrar al FC Barcelona, en sus cuatro temporadas en la máxima categoría. En los cinco partidos, el equipo azulgrana se llevó la victoria. El árbitro madrileño pitó dos penaltis a favor del equipo catalán y nunca señaló una roja o un pena maxima contra el Barça. Uno de los penaltis a favor de los azulgranas que señalo Mayoral, fue precisamente en el partido de vuelta de Copa frente al Leida, en el que el Barça se impuso por 6-0.
Medina Iglesias, ex árbitro, denunció a Xavier Amat, directivo del Barça que intento sobornarle en los años setenta. En 1985, fue el protagonista de este artículo, Mayoral Cedenilla, quién denunció a un colaborador del equipo catalán por corrupción. En 1992, fue el ex centrocampista del Real Madrid, Luis Milla quién desveló que el Barça intentó comprarle en vísperas del partido de Tenerife. Finalmente, en 2023, estalló el affaire Negreira-Barça a raíz de una investigación de Hacienda sobre los pagos realizados por el Fútbol Club Barcelona al vicepresidente de los árbitros entre 1993 y 2018.
Durante casi 50 años, la sombra de la corrupción arbitral ha planeado sobre el club catalán.
Extracto de la carta escrita por Mayoral Cedenilla. La misiva fue enviada por el colegiado en 1985 al Comité Arbitral.
Josep Lluís Nuñez ficha "oficialmente" a Antoni Pagés como directivo del Barça.